Tres años y el Metro de Quito sigue siendo un sueño y la fecha de una operación comercial no está clara. Los problemas no pasan solo por la caída del consorcio operador, sino por otros procesos que no han sido resueltos alertan el presidente de la Unión de Operadoras de Transporte Urbano, Jorge Yánez, y Fernando Sancho, miembro de la veeduría del Metro de Quito.
Y es que Sancho explica que la planificación no estuvo, ni está clara. En principio se hablaba de 400 mil pasajeros diarios, pero no se contó a personas que pagan medio pasaje. “El operador vio que iba a tener solo 120 mil viajes y pasa lo que paso. Mi oferta es 108 millones y tras revisar son 60 millones más”.
Además, se advierte que hasta la fecha no hay un sistema integrado de recaudo. Por lo que Yánez señala que si bien se fijó una tarifa de $0.45 y una tarifa integrada de $0.60, en la práctica no será posible. “Un pasajero que salga de un extremo oriente tiene que pagar $0.35, se integra al metro $0.45. En el mejor de los casos serán $0.80 o $1.15”.
A esto dicen hay que sumarle la falta de un intercambiador del bus urbano al metro, que al momento no existe. Es decir, las paradas no cuentan con un sistema para recoger y dejar pasajeros.
Aparte de los problemas técnicos, habría corrupción pues a través de una fiscalización se determinó un supuesto sobreprecio en el Metro de Quito que asciende a los $370 millones de dólares. Además, que las empresas metro de Medellín y Transdev recibieron información privilegiada. Por eso piden a Fiscalía y Contraloría investigar.
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