Un nuevo ataque con explosivo se registró en Guayaquil. Esta vez el atentado ocurrió en un taller mecánico, ubicado en las calles Chambers y la 28, en el suburbio oeste. La Policía identificó restos de una bomba molotov y realizó la detonación controlada de tres tacos de dinamita, abandonados en el sitio.
Las constantes detonaciones en la ciudad están vinculadas a casos de ‘vacunas’ extorsivas, pero también al cobro de deudas, cuando no se trata de actos terroristas como el del Cristo del Consuelo.
El pasado lunes 22 de agosto, se registró una explosión a las afueras de una tienda en el Bloque 10 de Bastión Popular, al noroeste de la ciudad, frente a un jardín de infantes. En este caso también se indaga una medida de amedrentamiento por el cobro de una deuda.
Y si bien cada vez es más común este tipo de ataques, el secretario de seguridad Pública y del Estado, Diego Ordoñez, sostiene que no es así. “No es que todos los días hay explosivos, uno tuvimos el domingo, hoy en una mecánica…lo que sucede es que el material explosivo es que no es más que tecnología casera, son químicos que se consiguen en el mercado común. No son químicos que requieren un control”.
Todos estos eventos se registraron en medio de un estado de excepción que está vigente en Guayaquil, Daule y Samborondón. El comandante de la Policía Fausto Salinas, dice que estos días han servido para retomar el control. “Se han realizado más de 13 operativos, que han dejado 225 detenidos, 84 armas de fuego y se han retirado explosivos”.
El propietario del taller, ubicado en las calles 28 y Chambers, manifestó que no ha recibido amenazas, ni tiene enemigos. Alrededor de tres vehículos fueron destruidos, los daños materiales superarían los $ 20.000. No se han reportado fallecidos, ni heridos.
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